
Muchas son las estrategias para lograr una fuerza laboral saludable, feliz y productiva; la ideal, es implementar un programa de salud y bienestar hecho a la medida de la empresa. Dentro de estos programas, una de las herramientas más populares ha sido el masaje relajante en la oficina.
Pocas cosas son tan relajantes e inmediatas como un buen masaje. La mayoría de la gente, al darse un masaje por primera vez, se sorprende de lo agradable que resulta. Elimina la ansiedad, los dolores y la fatiga. Es una de las terapias más antiguas y se sigue aplicando para mejorar padecimientos músculo-esqueléticos, mantener la flexibilidad y relajar el cuerpo.
Para el personal de la compañía, los masajes tienen grandes beneficios:
• Reduce el estrés, la fatiga y la ansiedad.
• Alivia la tensión muscular común en el cuello, los hombros, los brazos y las muñecas.
• Mejora la concentración mental.
• Alivia los dolores de cabeza y migrañas.
• Alivia el dolor de espalda y mejora la postura.
• Favorece la circulación sanguínea.
• Aumenta la energía y por lo tanto la productividad.
• Al notar una sensación de bienestar, el empleado se vuelve más consciente de su salud.
• Aumenta la motivación y el compromiso.
Para la empresa también aporta muchas ventajas:
• Ahorra gastos gracias al incremento en la productividad y motivación personal.
• Promueve un clima laboral armonioso ya que los trabajadores se encontrarán más relajados.
• Ahorra gastos generados por bajas de enfermedad y ausentismo.
• Retiene talento clave.
• Reduce costos asociados con enfermedades originadas por estrés.
• Disminuye reclamaciones relacionadas por esfuerzo excesivo.
• La empresa se vuelve un buen sitio para trabajar y la noticia se difunde entre los empleados.
• Mejora la salud física y mental de su fuerza laboral.
• Muestra interés por el bienestar de sus empleados.
Las ventajas del masaje son numerosas, pero es importante que sea aplicado por profesional calificado, ya que a pesar de tener tantas bondades, existen contraindicaciones que incluso pueden afectar o empeorar el estado de la persona que lo recibe. En dado caso, debemos de remitirlo con un médico para una valoración.